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Qué comer después de hacer ejercicio para que todo valga la pena

Por Érika Choperena

Ya sea porque te preparas para usar una prenda que ya no te entraba, por salud mental o simplemente para tener energía durante todo el día, aquí van los mejores consejos sobre qué debes comer después de hacer ejercicio.

La actividad física está asociada a una salud cardíaca más fuerte, menores niveles de estrés y tratamientos de salud mental como la autoestima.

Puede ser que algún médico te recomendó hacer ejercicio ya sea para perder peso o para aumentar volumen; en cualquier caso, la alimentación después de hacerlo será diferente y específica.

Bajar de peso

Saber qué comer después de hacer ejercicio cuando la intención es bajar de peso y medidas es muy importante, también la cantidad de veces que hay que hacerlo al día para mantener y regular el metabolismo. 

Antes de que comiences tu rutina, es importante que le des al cuerpo un poco de carbohidratos simples, de esos que contienen las frutas. Esto hará que el cuerpo queme grasa en lugar de músculo.

¡Listo! ¿Terminaste tu rutina? para que la comida sirva como combustible más que como una fuente de energía que el cuerpo no va a ocupar, la proteína magra es la mejor aliada. Los nutriólogos recomiendan consumir en los cuarenta y cinco minutos posteriores al ejercicio para reponer el desgaste.

Si entrenas por la mañana o a medio día, asegúrate de que el desayuno y/o comida tengan granos enteros o vegetales con carbohidratos como el betabel. Te darán sensación de saciedad y aportarán energía para realizar las actividades normales del día sin causar cansancio extremo.

Si es por la noche y después de tu entrenamiento viene la cena, prepara algo ligero como una taza de yogurt griego con frutos rojos. Un licuado con suplemento de proteína en polvo mezclada en agua o leche vegetal con la mitad de un plátano también es buena idea.

Construir músculo

Aunque parezca raro, hay quienes acuden al gimnasio para subir un poco de peso y aumentar la masa muscular. Asegúrate de hacer una colación inmediatamente después de entrenar que contenga carbohidratos y también proteína. Una buena idea es un puño de frutos secos con arándanos deshidratados.

Esta combinación ayuda a restaurar el glucógeno perdido del músculo y reconstruir el tejido muscular. Otra opción es un pan con mantequilla de maní con una manzana encima, acompañado de 200 ml de leche ya sea de vaca o vegetal. 

Otro ejemplo es una galleta de trigo con un poco de jamón o pechuga de pavo y encima un poco de lechuga y jitomate; todo esto junto con una taza de yogurt griego con fruta.

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Para aumentar la resistencia

Dependiendo de tu dieta, el profesional con quien acudas seguramente te dirá qué debes comer después de hacer ejercicio y más si después de esto tus actividades del día siguen.

Necesitas recuperar la fuerza en los músculos y la moneda de cambio más valiosa es el glucógeno que se encuentra en éstos y proviene de comer carbohidratos complejos. No te vayas con la idea de que comerte un pastelito lleno de azúcar hará esa función porque no es así.

A los carbohidratos complejos los puedes encontrar en alimentos como pan, pasta, frijoles, leche, lácteos, frutas y miel.

Entonces, para tener la resistencia suficiente en el día hay bastantes opciones como un puñado de almendras, cerezas naturales, fruta en jugo e incluso algunos cubitos de queso fresco.

Aumentar la energía

Los carbohidratos complejos también serán el mejor aliado acá. Combinados con proteína, su fibra tarda más en digerirse, lo que da una sensación de energía y también de saciedad.

¿Qué puedes comer después de hacer ejercicio para conservar la energía? Una idea fácil y rápida es un sándwich de pan integral con jamón de pavo, jitomate y hasta un poco de mayonesa, acompañado de una pera, una taza de moras o un puñado de fresas.

Otra opción es un matcha latte acompañado de un plátano. La mezcla de ambas no solo son carbohidratos complejos, también una gran cantidad de antioxidantes.

Para mantener el peso

¡Listo! Ya ganaste o perdiste el peso necesario para mantenerte en un rango saludable ¿y ahora? Básicamente llegó la hora de equilibrar calorías y nutrientes; es decir, hacer comidas balanceadas que estén acorde tu gasto calórico diario y estilo de vida.

Durante los días de entrenamiento duro, la comida después de hacer ejercicio debe ser un poco más densa; por ejemplo, un par de huevos acompañados con hummus o frijoles además de una taza de verduras y otra de fruta.

En los días más ligeros, un vaso de licuado de chocolate, plátano, fresa o tu fruta favorita junto con la leche que elijas será suficiente. Bastante fácil ¿no?