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Foto: Facebook Casa Cacao

Casa Cacao, un paraíso para los amantes del chocolate

Por Animal Gourmet

Cuando el chocolate existe como punto en común, no necesita nada para ser perfecto. Así lo demuestran el chef Jordi Roca y su cuñada Anna Payet, quienes emprendieron en febrero de 2020 un proyecto de hotel y taller de repostería en Girona: Casa Cacao.

No solo es el sabor más popular, el chocolate es una industria que nace en el campo centroamericano y termina en las mesas de todo el planeta. Por eso, además de hacer un espacio físico que haga homenaje, el repostero publicó, junto con Ignacio Medina, un libro que rastrea el camino del cacao desde el origen.

El taller de Casa Cacao

En entrevista para Gastroeconomy, Anna Payet, esposa del chef Joan Roca y cuñada del repostero Jordi, cuenta que fue en una cena de Navidad cuando pensaron en aprovechar un terreno en Girona para seguir con “la saga Roca” y dedicar un espacio a la gastronomía pero también a su vocación hospitalaria.

Se pensó como un complemento a la experiencia del gran Celler de Can Roca, restaurante muchas veces premiado como el mejor del mundo. Casa Cacao sería un hotel boutique de 15 habitaciones donde también estaría el obrador de Jordi y su taller de chocolate.

Foto: Casa Cacao

La estrella del taller es el chef repostero -que también tiene una cadena de heladerías– y es la cabeza dulce del Celler.

Ahí tiene como principal objetivo darle voz a todos los granos de cacao que llegan para transformarse en tabletas, bombones, untables y toda suerte de antojitos. Con su experiencia, desarrolló Bean To Bar, que enseña a los visitantes cómo del cacaotal surge toda esa magia.

Desde la calle se puede ver el taller de chocolate acristalado, donde se puede uno perder en la elaboración en directo; ya dentro hay un espacio de degustación (tienda y chocolatería) con un mostrador y la entrada al hotel.

Alojamiento con aromas dulces

Anna Payet estudió turismo y su experiencia en el sector era más enfocado a la operación de viajes y al servicio público. Una vez que conoció a Joan y pasó por las filas del Celler, también descubrió que tenía talento en la industria de la hospitalidad.

El sueño de abrir un hotel siempre existió en ella pero ahora, con la oportunidad de alojar a los comensales del restaurante y gestar un proyecto temático, se hizo realidad.

Casa Cacao

Foto: Hotel Casa Cacao

No, no estamos hablando de un hotel estilo Willy Wonka, es más bien de ambientación moderna y elegante donde se puede ser testigo de la vocación al servicio de la familia Roca.

En términos gastronómicos, no podía quedarse atrás. Cuenta con una terraza al aire libre donde los huéspedes pueden tener una experiencia a la hora del desayuno con productos de proximidad y preparados en el obrador además de tener una gran vista panorámica al casco antiguo de Girona.

Alojarse tiene un precio de acuerdo a la temporada pero generalmente oscila entre los 190 y los 300 euros por noche.

Un homenaje al producto centroamericano

Todo el proyecto gira alrededor de los granos, a las culturas que inspira y al trabajo que requiere transformarlo en chocolate. El fin último de este proyecto es mostrar la naturaleza cambiante del grano, traducida en chocolates que buscan la diferencia por encima de la uniformidad. Así señala el sitio web del lugar donde se pueden conocer todas las aristas de Casa Cacao.

En este lugar se venden bebidas, tabletas, bombones, postres y un sinnúmero de productos que evocan a la amazonia y a la selva maya.

Foto: Facebook Casa Cacao

Una de las mayores ventajas de Casa Cacao es que pone en la mira el valor de los granos autóctonos. Trabajan con pequeños productores en Perú, Venezuela, Colombia, México y Ecuador pagando todo a precio justo.

Intramuros se fermentan los granos y se transforman en manos expertas a los ojos de cualquiera que entre. Es un espacio pedagógico donde se puede aprender mucho de las culturas latinoamericanas.

A la par del obrador y del hotel, Jordi Roca plasmó en palabras escritas todas sus investigaciones para llegar al lugar donde está ahora Casa Cacao. Ignacio Medina, uno de los periodistas gastronómicos más reconocidos de habla hispana fue su compinche y coautor.

En él se relatan los orígenes de cada grano que se utiliza en el proyecto. Habla de la cultura maya y su relevancia y también de las tribus amazónicas que conocen bien las bondades del cacao.