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Foto: Bad Fruits de Kathleen Ryan, es una exposición con un mensaje interesante sobre el consumismo humano/ Kathleen Ryan

Las increíbles esculturas de fruta podrida de Kathleen Ryan con un interesante mensaje detrás

Por Francisco Rangel

Kathleen Ryan es una artista estadounidense con una propuesta artística sumamente controversial. A través de su obra nos demuestra la ambivalencia de la naturaleza misma, un espacio para admirar la belleza y la fealdad. Pues dentro de sus esculturas de frutas podridas o bad fruits nos enseña que en la bello se puede encontrar lo grotesco y repulsivo. Un mensaje que nos sirve para reflexionar sobre una idea más compleja, como el consumo y el exceso. 

Bad Fruits una obra de Kathleen Ryan

La estadounidense tiene 14 años como artista, pero hasta hace 5 años comenzó a utilizar alimentos podridos como una representación sobre el consumismo humano. Para la artista, sus exhibiciones Bad Fruits, Karma y Red Rose han funcionado como un símbolo de lo grotesco y bello del ser humano. 

kathleen Ryan

Foto: Conoce la obra de la artista estadounidense, un intento por motivar a la reflexión sobre el consumo y sus excesos/ Galerie Magazine

Para Kathleen Ryan su obra aborda la cultura del exceso y pretende con sus esculturas de frutas podridas hacer reflexionar sobre los patrones de consumo humano. Las esculturas están hechas a base de espuma de poliestireno y son talladas con incrustaciones de piedras preciosas. Un contraste muy interesante de analizar. 

Las obras de arte son muy detalladas, el artista crea una gran base de poliestireno, la cual pinta de diversos colores, que ayudan a distinguir la parte “podrida”, después perfora con alfileres de acero la base e incrusta las diversas gemas. 

El mensaje detrás del artista

obra de Kathleen Ryan Bad Fruits

Foto: Las esculturas contienen piedras preciosas que representan la podredumbre, un interesante contraste/ KARMA

Los colores y las gemas transmiten claramente el efecto de descomposición de la fruta. El uso de piedras preciosas en la obra, forma un extraño contraste, pues la belleza de las piedras preciosas destaca, inclusive aunque tenga que representar a algo tan desagradable como el moho. 

Limones, naranjas, manzanas, fresas y melocotones son algunas de las frutas que Kathleen Ryan representa en su obra. Piezas que transitan una delgada línea entre lo hermoso y lo grotesco. Para Ryan, su obra tiene la intención de provocar inquietud y reflexionar sobre el consumo excesivo. 

esculturas de fruta podrida

Foto: Bad Fruits, tiene un profundo mensaje. Más allá del contraste entre belleza y fealdad, las piezas son símbolo de un mundo en decadencia que solo nosotros podemos cambiar con nuestras buenas acciones/ Kathleen Ryan

La obra de Katleen Ryan abre el diálogo para entender la vida desde otra perspectiva. Una vida en decadencia, que nos invita a cambiarla. Con una mirada honesta y un tanto cruda, la artista nos da su punto de vista sobre el proceso natural de vivir. 

Las frutas cubiertas de moho a tamaño gigante, son una oportunidad para comprender que nuestras acciones tienen consecuencias. Más allá de la fruta que los espectadores tienen frente a ellos, Ryan busca que sientan esa podredumbre y que el exceso es parte de ello. Pero al mismo tiempo, invita a encontrar la belleza en eso descompuesto, para cambiarlo porque vale la pena. 

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