Algunas empresas ofrecen a sus trabajadores almuerzos gratis, café, té e incluso bebidas alcohólicas en un esfuerzo por hacerlos más felices. ¿Funciona la estrategia?
Uno de los lugares comunes clásicos del mundo de los negocios es que no hay “comida gratis”. Pero esto está cambiando en los centros de trabajo.
Empresas urbanas y grandes firmas de tecnologÃa como Facebook y Google son las más espléndidas.
Sus cantinas están llenas de menús calientes, postres y bebidas sin costo para la plantilla.
Se rumorea que Google tiene una norma de “45 metros” que establece que ningún trabajador debe estar a más de esta distancia de una fuente de comida.
Es, a primera vista, una polÃtica muy generosa, el tipo de idea que la mayor parte de los trabajadores aprecia, mejor que tener que gastar cientos de dólares al año en sándwiches. Pero, ¿qué obtienen las empresas a cambio?
Dicen que mejora la moral, que estar bien alimentados y beber la suficiente agua produce una sensación de bienestar.
Dan Cobley, director ejecutivo de la rama de Google en Reino Unido e Irlanda, cuenta que las colas para entrar en la cantina se mantienen largas a propósito, para fomentar “la interacción espontánea” entre la plantilla, con la esperanza de que este contacto conduzca a discusiones creativas.
“Google, en particular, lo da todo y está diseñada para retenerte allÃ, no sólo en tu escritorio, sino en el trabajo”, explica Sandi Mann, profesora de psicologÃa en la Universidad de Lancashire Central.
“Hasta el punto de que te hace sentir que no necesitas ir a la casa nunca. Es un beneficio y la gente siente que quiere tenerlo. Pero no es algo positivo si se traduce en que no tienes una vida fuera del trabajo”.
Lo mantienen gratis aunque la empresa tenga que recuperar los gastos por otro lado.
“Es el principio de reciprocidad”, dice Mann.
“Si alguien hace algo por ti, te sientes obligado a hacer algo a cambio. Es el mismo principio que sigue la gente de mercadeo cuando te dan muestras gratis”.
En 2011, Ben Driscoe, empleado de Google, empezó a vivir en su auto en la sede de la empresa en California y consiguió sobrevivir 60 semanas con los beneficios ofrecidos por sus empleadores.
Recibió consejos de una página de internet creada por otro empleado, Living At Google: “Lo único que no te dan es champú”.
El sitio web entrepreneur.com recomienda a las empresas darle al personal desayunos continentales gratis “una o dos veces a la semana”.
“Las roscas, pasteles, café y similares son una buena forma de empezar el dÃa”, dice.
También es bastante barato -en el caso de Reino Unido hay supermercados que venden bolsas con ocho croissants por apenas US$3, muy poco comparado con los gastos generales de una empresa.
En la oficina de la empresa de publicidad Albion en Londres, las tardes de los viernes son más populares de lo habitual.
El trabajo se suele detener temprano a petición del jefe.
A las 4:30 de la tarde se abre una suerte de bar, con vino, cerveza y cocteles. Los recepcionistas se definen como “buenos mixólogos”.
“Siempre hemos pensado que ese ‘pequeño extra’ le muestra a nuestra gente el agradecimiento de la empresa cada dÃa”, indica el fundador y director ejecutivo de Albion, Jason Goodman.
“El bar de los viernes por la tarde es un ritual en Albion”.
“Es la señal que marca el comienzo del fin de semana, garantiza que el personal deja de trabajar a una hora razonable y se puede relajar antes de salir de fin de semana.
“Es nuestro equivalente al tiempo con la familia y todos lo disfrutan”, agrega.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow estableció una “jerarquÃa de necesidades” para los seres humanos.
Las más básicas son las fisiológicas –incluyendo alimentos y refugio- y un sentimiento de seguridad.
Si éstas están cubiertas, los trabajadores pueden avanzar hacia las siguientes categorÃas: sentirse socialmente aceptados y adquirir un sentido de autoestima.
Una vez liberado de tales inquietudes ordinarias, alegó Maslow, pueden progresar hacia la “autoactualización” –un compromiso total con su trabajo que los deja plenos.
Almuerzos e incluso cocteles pueden servir como parte de este viaje vocacional.
Cerveza gratis, comida caliente, escalar paredes, paseos en bus, jugos de frutas e incluso juegos de computadora se están extendiendo conforme los jefes buscan nuevas formas de mantener el ánimo del personal alto.
“Se ofrece dinero extra para fomentar la creatividad por fuera de la zona de confort”.
Un regalo más convencional en muchas oficinas es té o café.
“Inicialmente hace que la gente aparezca en las reuniones a su hora”, opina Pamela Yeow, profesora de dirección de empresas en la Universidad de Kent.
“Funciona durante un tiempo, pero en realidad, para que la gente esté motivada a largo plazo, tiene que sentir que realmente quiere hacer su trabajo”.
Yeow considera que los beneficios son más eficaces si no se convierten en rutina.
“Si es impredecible y al personal se le dice que es porque ha sido un mes fantástico, es mucho mejor”, precisa Yeow. “Refleja que te das cuenta de que la gente está trabajando duro y quieres recompensarlos”.
Algunas empresas -incluida Admiral Insurance, que ocupa el segundo lugar en la lista de mejores empleadores de Reino Unido según el periódico británico The Sunday Times– ofrecen una piscina y tenis de mesa como método de relax.
Pero, más allá de esta generosidad de las compañÃas tecnológicas y financieras, muchos trabajadores de empresas menos extraordinarias denuncian recortes a las compensaciones tradicionales, como los almuerzos de navidad o cafeterÃas subsidiadas, según el Congreso de Sindicatos británico (TUC, por sus siglas en inglés).
Este año, la plantilla de Asda puso en marcha una petición para protestar contra los planes de cierre de hasta 200 cantinas.
En 2011, la policÃa de Derbyshire hizo lo mismo en sus dos comisarÃas principales, con la idea de ahorrar más de US$260.000.
“Algunas empresas y organizaciones ofrecen comida gratis a su personal”, dice la secretaria general del TUC, Frances O’Grady.
“Pero esto es más bien la excepción en este momento. El salario y los incentivos generalmente se han exprimido en años recientes, tanto en el sector público como en el privado, y nadie va a estar impresionado por una comida gratis o una caja de bombones por navidad si no ha tenido una subida de sueldo decente”.
¿Hay alguna manera de hacer que las aparentemente crecientes diferencias entre el trato que se da al personal en las diferentes empresas y organizaciones sea más fácil de sobrellevar?
“Los jefes a veces se centran demasiado en el costo de las cosas”, dice Mann, “cuando lo realmente importante es que los trabajadores se sientan reconocidos y elogiados cuando hacen un buen trabajo.
“Hay estudios que muestran que incluso una sonrisa del jefe puede ser una motivación. Muchos jefes no lo hacen”.
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