Originario de Alta Saboya, pero bretón por adopción, el chef Geoffroy Maillard pasó su juventud en Rennes y estudió cocina más por salir adelante que por otra cosa. A los 20 años llegó a Paris y descubrió la alta cocina en el Plaza Athenee con los chefs Eric Briffard y Philippe Labbe, lugar donde descubrió su verdadera pasión.
Su segunda experiencia, en el Bristol con el chef Eric Frechon, confirmó su amor por la cocina. Después se embarcó en la cocina española en El Fogón con el chef Alberto Herraiz, donde ganó su primera estrella Michelin.
En 2008 abrió su primer restaurante, La Table de Eugene, un bistro gastronómico en París y en 2012 abrió un bar de tapas llamado La Rallonge. En 2014 remodeló su restaurante y sus esfuerzos se vieron recompensados en 2015 al ganar una estrella Michelin. Su cocina respeta los ingredientes de las tradiciones. Recientemente estuvo en Monterrey para cocinar con el chef Guillermo González de Pangea.
Conócelo con este #CuestionarioGourmet:
1. ¿Qué comida te recuerda a tu infancia?
Crepas.
¿El platillo que mejor cocinas?
Calamari black and White.
¿Tu primera impresión de un chef?
Impresionante.
¿Cerveza, vino o licor?
Vino.
¿Tu ‘playlist’ ideal para cocinar?
Prodigy. Música electrónica.
¿Placer culposo culinario?
Comer por descubrir, por la experiencia.
¿A qué sabes?
A chocolate.
¿Que pique o que no pique?
Que no pique.
¿Tu taco favorito?
Taco de carne, queso y aguacate.
¿’Room service’?
No.
¿Munchies favorito?
Jamón pata negra.
¿Restaurante favorito en México?
Pangea.
¿Restaurante favorito del mundo?
Láir du temp, en Bélgica.
¿Qué es lo más extraño que has hecho en una cocina?
Es un secreto.
¿Qué superpoder te gustaría tener?
Hacer crecer la comida y no engordar.
¿Qué coleccionas?
Relojes mecánicos antiguos.
¿Comer para vivir o vivir para comer?
Vivir para comer.
Champaña, ¿cuándo?
Cuando me dieron la estrella Michelin, para celebrar.
¿Cómo tomas el café?
Todo el día, expresso.
¿Qué genera en ti el hambre?
Nunca tengo esa sensación. Como trabajo con comida, si tengo hambre, como.
Visualmente, ¿la comida más bonita?
Todas son bellas.
¿Qué habría en la última cena de tu vida?
Ostras y vino blanco.