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Cinco sencillas y rápidas recetas para seguir amando el queso ricotta

Por Sarah del Moral

Uno de nuestros quesos frescos favoritos es el queso ricotta; su suavidad y cremosidad con un sabor apenas dulce nos permite disfrutarlo en platillos dulces y salados, dándole el papel de protagonista o de acompañante.

El ricotta brilla por sí solo o levanta las cualidades de otros ingredientes, como en estas cinco recetas tan sencillas que se transforman en especiales al momento de añadirles esta delicia.

Flores de calabaza rellenas de ricotta

Son unas de las flores más ricas y versátiles en la cocina y esta receta es tan maravillosamente sabrosa y deliciosa como suena gracias a lo crujiente de los pétalos fritos y la cremosidad de quesito.

Ingredientes (para 12 flores de calabaza)

  • 1 calabaza, pelada y rallada
  • 1  1/2 tazas de queso ricotta
  • 2 huevos
  • 3 dientes de ajo, picados
  • 1/2 cucharadita de orégano
  • 1/2 cucharadita de paprika
  • 3/4 cucharadita de pimienta negra
  • 3/4 cucharadita de sal
  • 3/4 taza de harina
  • 12 flores de calabaza
  • Aceite vegetal para freír
Procedimiento
Toma un puño de la calabaza rallada e intenta exprimir la mayor cantidad de su agua como sea posible. Ahora mezcla la calabaza rallada con el queso ricotta, 1 huevo, ajo, orégano, paprika, sal y pimienta. Una vez que la mezcla esté homogénea, toma una cucharada y colócala dentro de una flor de calabaza hasta dos tercios de su capacidad. Dobla el último tercio de los pétalos sobre el relleno y presiona hacia abajo suavemente para sellar; haz este procedimiento en todas las flores de calabaza.
Añade el aceite vegetal a una sartén grande y profunda y calienta el aceite a fuego medio. Mezcla la harina, la sal y la pimienta restante en un tazón; ahora, en otro tazón bate un huevo y cubre ligeramente cada flor de calabaza con la mezcla de huevo batido. Posteriormente, cubre las flores de calabaza con una capa delgada de harina y fríelas en el aceite vegetal.
Cocina hasta que estén ligeramente doradas, aproximadamente entre 3 a 5 minutos por cada lado. Retíralas del fuego y colócalas en papel absorbente para remover el exceso de aceite. Sirve inmediatamente.

Sándwich de chícharos con ricotta

De desayuno, comida, cena o tentempié, este sándwich estará listo en cuestión de minutos y no tendrás que triturar los chícharos para hacer algo parecido a una pasta para sándwich.
Ingredientes (para 8 sándwiches)
  • 2 tazas de chícharos congelados o frescos
  • 2 cucharadas de mantequilla o aceite de oliva
  • 1 cucharada de jengibre picado
  • ½ taza de menta fresca picada
  • Sal y pimienta
  • 1 taza de ricotta
  • 8 rebanadas de pan

Procedimiento

En una sartén mediana calienta la mantequilla o el aceite de oliva y cocina los chícharos sazonándolos con el jengibre, menta, sal y pimienta; mézclalos hasta que todos los ingredientes se integren muy bien. En una rebanada de pan agrega una capa de queso ricotta y dos cucharadas de chícharos. Cubre con otra rebanada y ya está listo.

 Buñuelos de queso ricotta y canela

El postre y el ricotta son el uno para el otro, especialmente  cuando se trata de hacer estas pequeñas bolitas de azúcar y canela que podrían ser el postre de todos los días.
Ingredientes
  • Aceite vegetal
  • 3 huevos
  • 1/4 taza de azúcar granulada
  • 1/4 cucharadita de extracto puro de vainilla
  • 1 taza de leche entera
  • queso ricotta
  • 1 1/4 tazas de harina para todo uso
  • 2 cucharaditas de polvo de hornear
  • 1/4 taza de azúcar blanco granulado
  • 4 cucharadas de canela en polvo
Procedimiento
En una sartén calienta el aceite vegetal de modo que quede una profundidad del aceite de 2 centímetros. Mientras calienta, en un tazón grande mezcla los huevos, el azúcar granulada y la vainilla; agrega el ricotta y bate hasta que quede una mezcla suave y homogénea. En otro recipiente, mezcla la harina y la levadura. Añade la mezcla de harina a la mezcla de huevo y bate.
Haz pequeñas bolas con la mezcla y colócalas en el aceite caliente. Déjalas freír durante 4 minutos hasta que estén doraditas. Retíralas del sartén con una cuchara y déjalas descansar en una servilleta para absorber el exceso de aceite. Inmediatamente cúbrelas con azúcar  y canela. ¡Listo! No querrás compartir.

Tortitas de calabaza y ricotta

¡No podrás resistirte a la suavidad de estas tortitas de ricotta, calabaza y laurel!
Ingredientes
  •  4 tazas de calabaza rallada
  • 1 taza de ricotta
  • ½ taza de parmesano rallado
  • 2 huevos batidos
  • ½ cucharadita de sal
  • ¼ de cucharadita de pimienta
  • 15-20 hojas de laurel
  • Aceite vegetal para freír

En un tazón grande mezcla la calabaza, los quesos, los huevos batidos y las especias. Deja reposar durante 15-20 minutos para darle tiempo a la sal de extraer el agua de la calabaza y el ricotta. Drena la mezcla.

Mientras, en una sartén grande calienta un chorrito de aceite. Añade las hojas de laurel y fríe hasta que estén de color verde brillante y crujiente, unos 30 segundos aproximadamente. Retira las hojas de laurel y reserva el aceite en otra sartén.

Mezcla el aceite restante con la mezcla de calabaza y con una cuchara haz porciones del tamaño de una pelota de golf extendiéndolas ligeramente en una sartén previamente caliente; deja cocinar durante unos 6 a 7 minutos hasta que los bordes de las tortitas estén doradas. Con una espátula retíralas del fuego y déjalas reposar en una servilleta para absorber el exceso de aceite. Permite que las tortitas enfríen un poco y sirve.

Pan tostado con peras, ricotta y miel

En realidad puedes usar cualquier fruta en una rebanada de pan con ricotta, pero la ligera acidez de la pera con lo dulce de la miel de abeja se llevan muy bien en cualquier hora del día.

Ingredientes

  • ⅓ taza de ricotta
  • ½ cucharadita de cáscara de naranja rallada finamente
  • 1 pizca de sal
  • 2 cucharaditas de miel de abeja
  • 2 rebanadas de pan tostado multigrano
  • 1  pera cortada en rodajas
  • 3 almendras fileteadas
En un tazón pequeño combina el queso ricotta, la ralladura de naranja, la sal y dos cucharaditas de miel en un tazón. En un rebanada de pan tostado unta uniformemente la mezcla de ricotta y cubre con las rodajas de pera, una lluvia de miel y almendras fileteadas. ¡Tu pan está listo para la primer mordida!