En apenas unos metros, sobre la calle Oaxaca en la colonia Roma se encuentra Café Tacobar, un espacio íntimo y acogedor donde el bar tender y los comensales pueden mirarse directo a los ojos, platicar y salir con una sonrisa.
Como nos cuenta Khristian De La Torre, autonombrado a sí mismo “Emperador” del lugar: “el que viene a Tacobar se vuelve amigo de nosotros para siempre, cuando llegas hay pura hospitalidad y sinceridad”.
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Una pasión escondida
Todo comenzó en Toronto, Canadá cuando Khristian quería ser fotógrafo y para pagar sus estudios trabajó en diversos restaurantes. Empezó de lavaplatos, fue bar tender y al final llegó a la cocina.
Los sabores y técnicas de la barra detonaron en él una nueva pasión; decidió abandonar la fotografía para dedicarse a cocinar y a la coctelería.
Con esa experiencia y una vez de vuelta en México, trabajó y creo las barras de algunos lugares emblema de la actual coctelería en la ciudad.
Colaboró en Gin Gin, Maison Artemisia y Jules para después dar paso a su propio proyecto: Café Tacobar.
Siempre me gustó cocinar pero no estar encerrado y siempre me gustó hacer café pero no me veía en una cafetería aburrida; por eso metí la barra larga.
Khristian de la Torre.
Una tarde en Café Tacobar
Al lugar por la tarde le pega una resolana de ensueño: luz naranja y sombras se meten al bar y bañan la barra. Justo así es como debes disfrutarla con su combo ganador: chela y taco.
Los tacos son en tortilla azul hecha a mano; su estandarte, el chilorio medieval -carne de cerdo marinado en especias al estilo Sinaloa- acompañado de una salsa de achiote habanero y naranja.
La porción es bastante generosa así que guarda espacio para el de costilla marinada en pimientas. Si prefieres un opción vegetariana pide el de setas a las hierbas.
También es imperdible su carajillo, no puedes visitar el lugar sin probarlo y aprovechar las tardes de 2×1.
Este tradicional cóctel fresco para los actuales calores lleva el nombre de Khristian y lo creo para el brandy Torres. Carajillo Delatorre: brandy, café, cardamomo y azúcar.
Despídete con honor del lugar y prueba la joya de la casa, el Salmoncito. Este es un coctel a base de ginebra, campari, jugo de toronja fresco y tonic.
Los colores y la forma hacen de este trago uno de los que más se parece a su nombre. “La suprema de toronja es como un salmón entre los hielos y tú eres un oso que lo devora”, nos cuenta Khristian con emoción.
Si te sientes creativo, Café Tacobar es uno de los pocos lugares que tiene la opción de pedir el coctel “lo que quieras”, un trago totalmente personalizado. Si te antoja algo seco, picoso y verde o rojo, doble, cítrico y con tintes dulces, ¡te lo hacen!
Dirección: Av. Oaxaca #12 col. Roma Norte
Facebook: @CaféTacobar
