drag_handle

Cómo hacer ghee en casa, la clave del sabor en dieta keto

Por Paloma García Castillejos

¿Cuántas veces hemos sucumbido ante una dieta porque la comida es insípida o la variedad de ingredientes limitada? Una de las soluciones en regímenes como el keto es aprovechar el ghee que aquí te decimos cómo hacer en casa para que te ahorres unos pesitos.

En contra de todo lo que creas, es un producto facilísimo de obtener. El origen es la mantequilla de leche de vaca, sí, eso que aromatiza el prohibidísimo pan o que da un sabor tan delicioso a cualquier cosa que toque.

Hacer ghee en casa es más fácil de lo que crees

Empecemos por saber qué es exactamente el ghee. Cualquier mantequilla que compres en un supermercado tendrá dos elementos principales en su composición: suero de leche y grasa.

En un régimen como la dieta keto, donde los carbohidratos están prohibidos pero las proteínas y la grasa son de consumo ilimitado, se puede tomar ventaja de los lípidos de cualquier origen.

Aquí viene algo interesante: esa deliciosa mantequilla que está prohibida bajo cualquier término es una fuente maravillosa de esas grasas siempre y cuando solo sea eso, grasa, sin el suero. La manera en la que se separan es mediante calor.

¡Bingo! Derretirla es el único paso para obtener ghee, sin embargo, la temperatura y el tiempo juegan un papel importantísimo para evitar que se queme así que mejor sigue leyendo para hacerlo en casa correctamente.

Como seguramente te estás imaginando, cocinar con este producto es el mejor de los mundos posibles: das buen sabor a la comida y no violas ninguna regla establecida por tu nutriólogo.

Su uso no es nuevo, de hecho, es uno de los elementos más importantes de la cocina en la India y es uno de los motivos por los cuáles es tan sabrosa. También se puede aprovechar para hacer panqués, galletas e incluso darle algo de alegría a esos vegetales que seguro ya te tienen harto.

Paso a paso

Consigue un sartén y derrite al fuego más lento posible la mantequilla. No la muevas, deja que poco a poco se comience a hacer líquida. Si se forma una nata en la parte superior, no la remuevas.

Lo que sigue es dejar que se entibie un poco, aproximadamente unos cinco minutos; notarás que el líquido se separa en dos fases, uno amarillo muy brillante y transparente -ese es el ghee que acabas de hacer en la comodidad de tu casa- y más abajo una capa más opaca y pálida.

En un frasco limpio y seco, vierte con mucho cuidado solo la capa traslúcida. Cuando llegues al fondo, desecha el suero de leche o guárdalo para cuando puedas preparar con él unas galletas o sellar alguna carne.

Si tienes horno de microondas en casa, este procedimiento es más sencillo aún. Lo único que debes hacer es colocar la mantequilla en un plato hondo y derretirla; una barra de noventa grados tarda aproximadamente dos minutos estando cortada en cubos.

Lo último que queda es cerrar el frasco y dejarlo en refrigeración hasta que se haga sólido otra vez. Notarás que se vuelve opaco pero solo es el efecto del cambio de temperatura. Este producto puede durar hasta un año siempre y cuando esté bien almacenado.

Con este maravilloso ghee que acabas de hacer se pueden preparar muchísimas cosas, de hecho, los franceses la utilizan en la cocina clásica y le llaman mantequilla clarificada; sus ventajas principales son que aporta mucho sabor y resiste altas temperaturas.