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Lunes de #AbrirOMorir... aún en semáforo rojo

Por Paloma García Castillejos

El pasado 7 de enero, un grupo de 516 restauranteros firmó un comunicado dirigido a la jefa de gobierno de la CDMX y al gobernador del Estado de México para pedir la reanudación de sus actividades. Bajo el lema #AbrirOMorir, argumentan que de ellas depende el ingreso de millones de familias que viven de trabajar en el gremio.

Ante la ocupación hospitalaria registrada durante lo que va del mes y los decesos ocurridos en el área metropolitana, Claudia Sheinbaum aclaró el viernes que no habría cambio en el color del semáforo y que tampoco se considerarían esenciales a los restaurantes y bares.

Y los restaurantes dicen #AbrirOMorir

El comunicado firmado por los restauranteros comenzó siendo una petición al gobierno de mantener su palabra de darles la posibilidad de operar a partir del 11 de enero, como fue anunciado el 18 de diciembre de 2020 cuando la CDMX y el Estado de México pasaron de semáforo naranja a rojo.

Los portavoces afirman que son parte de las actividades esenciales de la economía en el país y que a pesar de esto han cerrado alrededor de 13,500 establecimientos.

La petición se extendió a toda la cadena de valor que conforma la gastronomía. No solo eran restauranteros quienes hacían eco de sus propias voces sino que el movimiento se extendió a proveedores, agricultores y todas aquellas personas que participan directa o indirectamente en la industria.

El panorama es turbio: ya no hay ahorros y los ingresos no son suficientes para mantener los negocios; asimismo, tampoco hubieron apoyos de parte del gobierno para mantener la industria y los propuestos en las últimas semanas parecen insuficientes.

Hasta el viernes 8 de enero, los restauranteros tenían clara una cosa: iban a ejercer la presión suficiente como para que su voz fuera escuchada dando por hecho la apertura de sus locales el lunes 11.

Después de la conferencia de prensa donde Claudia Sheinbaum mantenía el semáforo en rojo, algunos restaurantes desistieron y otros más permanecen en lo dicho de volver a sus actividades el día de hoy.

La encrucijada económica

En entrevista con Oscar Mario Beteta, Fernando Campo, dueño de Fonda Garufa declaró que “…(la industria en general) estamos agarrados de los dientes de un hilo” pues en su caso particular han mantenido la plantilla completa. Se sigue pagando la nómina aunque se negoció con el IMSS y a esa negociación se le suman las multas y los intereses por no pagar a tiempo.

En la misma entrevista, asegura que existen estimados de que si no se regresa a las actividades el día de hoy, más de 120 mil locales quebrarán y se perderán 450 mil empleos.

A pesar de esto, después de la conferencia de prensa de Claudia Sheinbaum, Fonda Garufa decidió mantenerse solo con servicio para llevar.

La salud es primero y no podemos ser indiferentes a la realidad. Esto expresa Claudio Poblete, encargado de las relaciones púbicas de los restaurantes Garum, Carmela y Sal y Grupo Bull&Tank.

Del otro lado de la moneda, restaurantes como Potzolcalli, Fisher’s, Taquería El Parnita, Bellopuerto, Karisma y Pasillo de Humo comunicaron mediante redes sociales que siguen en lo dicho de abrir hoy.

Desobediencia social pacífica

En entrevista para W Radio, Manolo Ablanedo, director de márketing de Grupo Fisher’s declaró que “…(los restauranteros) hemos cumplido con todo lo que han dicho la jefa de gobierno y el gobernador del Estado de México y ellos dijeron que el 11 de enero abríamos; está muy claro, #AbrirOMorir. Si no llegamos a un diálogo o algo, no solo no abriremos este lunes sino que no volveremos a abrir”.

La intención es salvar esos 450 mil empleos que penden de un hilo por la inestabilidad económica del sector. Asimismo, también existe un riesgo que tendrían que acatar aquellos establecimientos que sigan la llamada desobediencia social pacífica.

Ante este movimiento, Claudia Sheinbaum declaró que esperaba que no sucediera pues siempre puede haber una visita de inspección o un verificador del INVEA. Para contrarrestar el daño económico, condonó el impuesto sobre nómina el mes de enero a todos aquellos restaurantes que mantengan completa su plantilla de empleados.

Este beneficio se hará efectivo automáticamente en la declaración de impuestos a más tardar el 17 de febrero; asimismo, contribuye a dos apoyos anteriores ofrecidos por el gobierno de la Ciudad de México. El primero consta de 50 mil créditos de 10 mil pesos a micronegocios con 0% de tasa de interés y el segundo es un bono emergente de 2 mil 200 pesos a personas que trabajan en restaurantes.