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¿Puede la carne ayudar a reducir la depresión?

Por Animal Gourmet

La salud mental es un tema que debe normalizarse y tratarse de la misma forma en la que se cuida el cuerpo. Ante tantos cambios y amenazas a los que hemos estado enfrentándonos en el último año, habríamos de preguntarnos cómo mantener a raya problemas como la ansiedad y la depresión.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Contribuir a que las personas gocen de buena salud mental trasciende más allá de ofrecer apoyo psicológico y/o psiquiátrico, más bien, se trata de crear buenos hábitos de vida como el sueño profundo y la buena alimentación.

La alimentación y la depresión

Hay muchos mitos alrededor de la forma de comer y sus consecuencias con el estado de ánimo. No es ningún mito que el confort se manifiesta en los sabores dulces o en lo humeante de una sopa caliente pero esas reacciones son tan solo estímulos efímeros que no tienen permanencia.

Cuando se trata de temas de salud mental, la buena alimentación es un factor clave para los buenos tratamientos. Los psiquiatras han estudiado las propiedades nutritivas de la carne  y resulta que sus vitaminas y minerales sí hacen una diferencia en los pacientes con depresión.

El rol de la proteína animal

El estudio Meat and Mental Health del Instituto de Psicología de la Universidad del Sur de Indiana, es una de las fuentes ante esta teoría.

Se estudiaron a 18 casos y once de estos arrojaron datos importantes: quienes no comen carne tienen una salud mental más débil que aquellos que sí. Las conclusiones más rigurosas también demostraron que el riesgo de padecer depresión o ansiedad es mayor cuando no hay proteínas animales en su dieta.

atún y salmón estrés

Por otro lado, The Mental Health Foundation respalda la investigación afirmando que consumir nutrientes como el zinc y el hierro -ambos contenidos en la carne- sí hace una diferencia en el desarrollo y comportamiento del cerebro. Ese mismo documento asevera que se puede saber con precisión si alguien está sano o no al evaluar el tipo, cantidad y calidad nutricional de la comida que consume.

La paradoja vegetariana

Académicos como el Dr. Cap. Joseph R. Hibbeln, Jefe operativo de la Sección de Neurociencias Nutricionales, del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA), de los National Institutes of Health, realizó un estudio denominado “Las dietas vegetarianas y los síntomas depresivos entre los hombres”.

Aquí se aborda a la dieta vegetariana como uno de los factores causantes de la depresión y demuestra que los vegetarianos tienen más síntomas depresivos; las deficiencias nutricionales (por ejemplo, falta de hierro, vitamina B12 o cobalamina) son una posible explicación para estos hallazgos.

La proteína cárnica cuenta con una gran carga de vitamina B12, fósforo, hierro, zinc y niacina por lo que su consumo resulta necesario para el cuidado de la salud.

Por otro lado, las grasas omega-3 y 6 -generalmente encontradas en los pescados grasos como el atún o el salmón– contribuyen a un mejor desempeño cerebral así que el mar también forma parte de esto.