La Salmonella es una bacteria que se puede encontrar en muchos de nuestros alimentos, como el huevito. De hecho, la OMS (Organización Mundial de la Salud) señala que entre el 77% al 82% de los brotes de esta bacteria están asociados al huevo con cáscara o a alimentos preparados a base de huevo. El proceso de almacenamiento es clave para evitarlo, refrigerar o no el huevo es solo una pequeña parte para evitar la propagación de Salmonella.
De hecho, los CDC (Centers of Disease Control and Prevention) consideran que causa más enfermedades transmitidas por los alimentos que cualquier otra bacteria. El pollo es el principal alimento que porta está bacteria pues 1 de cada 25 lo contiene.
Foto: Huevo en el supermercado/ Pixabay
El nombre científico de esta bacteria es Salmonella Enteritidis y es la responsable de la enfermedad llamada salmonelosis, que genera síntomas como diarrea, fiebre y vómito. Algo nada agradable. Pero no te preocupes aquí te explicaré cómo debes almacenar el huevo para evitar la proliferación de esta bacteria.
Importancia del huevo en México.
A casi todo el mundo le gusta su buevito por la mañana, es una fuente de proteínas y vitaminas con alto valor nutritivo. El huevo de gallina, cuenta con un aporte suficiente de energía, que va de entre los 75 y 84 Kcal, eso lo hace una excelente opción de alimento. Siempre y cuando forme parte de una dieta bien balanceada y equilibrada.
Foto: Huevo con Sal y Pimienta/ Antoni Shkraba/Pixabay
El huevo es un producto que no puede faltar en la cocina de cualquier mexicano, en el 2022 se registró que cerca de 24 kilos son el consumo anual per cápita, según la Unión Nacimiento de Avicultores. Es una realidad que su presencia en la cultura gastronómica mexicana es indispensable, a pesar de los incrementos en su precio. Es por ello que resulta tan importante comprender cómo debemos almacenarlo.
Uno de los elementos clave en la mayoría de los almacenamientos de alimentos y bebidas es la temperatura, resulta fundamental tener en cuenta este factor para evitar la proliferación de microorganismos.
¿Cómo quiere su huevo, con refri o sin refri?
De acuerdo a la Food Standars Agency, el huevo debe almacenarse en un lugar seco y fresco, la mejor alternativa es hacerlo en un refrigerador a menos de 4°C, pero esto no lo es todo. Es importante que sepas que los cambios en la temperatura podrían causar la suficiente condensación en la cáscara permitiendo la penetración de Salmonella, infectando el interior del huevo.
Foto: Huevo/ Anna Shvets/Pexels
Brett Parnes, especialista de Salud Pública de la Universidad de Boston, recomienda que es necesario que los huevos se refrigeren en su envase original en un estante y no en la puerta del refrigerador. Esto evita el cambio de temperatura, pues las puertas de los refrigeradores no suelen estar a la misma temperatura de la parte interna, además de que al abrirlas están más expuesta a la temperatura ambiente y es aquí, en este cambio de temperatura donde la Salmonella prolifera. Refrigerar el huevo en la parte interna del refrigerador contribuye a evitar el desarrollo de Salmonella.
¿Pero por qué los huevos están en el supermercado a temperatura ambiente y en casa en el refri? La respuesta es sencilla, hacerlo en un supermercado generaría inestabilidad en la temperatura, al abrir y cerrar tanto las puertas se crearía un cambio constante en el ambiente idóneo de almacenamiento. Mantenerlos a temperatura ambiente hará que sea constante y fijo.
La temperatura ideal para mantener este producto es una temperatura baja, sin embargo, el factor determinante para evitar el desarrolló de Salmonella es la estabilidad. La alteración de la temperatura causaría que se pueda romper la cutícula (capa que cubre al huevo) y sea más fácil para agentes externos ingresar. También es importante tomar en cuenta que una vez fuera del refrigerador, será necesario cocinar lo más pronto posible.
Recomendaciones para evitar Salmonella en tu huevo.
Con base en información de los CDC, aquí te comparto una serie de recomendaciones para el almacenaje de huevos y así evitar la probabilidad de proliferación bacteriana.
- Lavarse las manos con agua y jabón después de estar en contacto con los huevos.
- No consumir huevos rotos o sucios.
- Limpiar los huevos sucios es necesario. Con una esponja seca o húmeda con un poco de agua tibia.
- Limpiar el área de almacenamiento con regularidad, sobre todo con cambio de lote.
- Aplica de igual manera para productos que contengan huevo, refrigeración.
Foto: Huevo almacenado/ Klaus Nielsen/Pexels
Bonus: ¿Sabías que los huevos se pueden congelar? Si cascamos los huevos y los colocamos en un recipiente podrían congelarse por varios días. Puedes separar las yemas y las claras. Incluso puedes batirlo antes de congelarlo, aunque es cierto que perderían algunas de sus condiciones organolépticas. Esto es que perdería calidad en algunas características físicas naturales del producto como podrían ser sabor, textura, olor y color. A pesar de ello sigue siendo una buena alternativa para hacer tortilla española.
Así que ya sabes, si quieres evitar el desarrollo de la Salmonella en el huevo que compres, lo debes refrigerar. Así como seguir estas importante recomendaciones que contribuirán a evitar una seria enfermedad.
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