François Vatel, el famoso cocinero y maitre suizo cuyo verdadero propósito fue servir. La historia del inventor de la crema chantilly y un hombre con un ingenio sin igual. El pionero de la alta cocina cuyo trágico final ha quedado plasmado en una de las películas gastronómicas más aclamadas de la historia, Vatel de Roland Joffé, una joya del cine contemporáneo.
La historia del gran Vatel, un inventivo y fiel cocinero
Fritz Karl Watel, también conocido como Vatel fue un famoso cocinero de la realeza francesa. Vatel como todo gran maestro de ceremonias organizó grandes banquetes para enormes personalidades, entre ellas Ana de Austria y Luis XIV, el Rey Sol. Dicho evento ha quedado plasmado en la posteridad en una de las películas gastronómicas por excelencia.
Foto: Vatel, un cocinero honesto y fiel, que haría lo que fuera por lograr su objetivo/ Historia en Imágenes
Vatel, es la historia del famoso cocinero previo al festín inaugural del castillo de Chantilly, la casa del príncipe de Condé. Un evento que duró más de tres días y que concluyó con un final trágico para François Vatel.
El ingenioso cocinero es interpretado por el gran Gérard Depardieu, en una de las actuaciones de su vida. A lo largo de la película podemos observar a un hombre apasionado por su arte, pero que tiene una clara misión de servir.
Vatel habla sobre la tensión que enfrenta nuestro personaje principal para poder organizar un evento perfecto. Se ve obstaculizado por la exigencia del príncipe para lograr que todo resulte y principalmente por el amor. Algo que posiblemente se encuentra lejano a la realidad y que fue algo más hollywoodesco.
Vatel: Entre la exigencia y la desesperación
Anne de Montausier, interpretado por Uma Thurman, resulta ser el interés amoroso de Vatel. Desempeña un papel clave, pues como dama de la corte, encuentra dividido su amor por el deber hacia el príncipe y sus verdaderos sentimientos al cocinero.
Foto: Vatel era un cocinero y maitre suizo que preparaba los mejores banquetes para la realeza francesa
La película llega al clímax en la planeación del evento, pues el cocinero se enfrenta a innumerables desafíos, con el propósito de impresionar al rey y ofrecer una gran experiencia culinaria. Podemos ver un Vatel entregado al máximo por su profesión, un hombre apasionado que está dispuesto hasta lo imposible por ofrecer el mejor de los eventos.
Vatel resulta una conmovedora película con un evento inesperado como final. Una muestra de la vocación de servicio que muchos de los cocineros tienen. François Vatel resulta un personaje leal, dedicado y resiliente que deslumbra con su impresionante ingenio.
Foto: La película es una obra de arte que ganó un Oscar y fue la pieza inaugural del Festival de Cine de Cannes
Es una historia que también demuestra cómo la estabilidad emocional se ve perjudicada por estar sometido a una gran presión. La tensión y la demanda exagerada afectan hasta las mentes más brillantes y hace falta solo un momento para que todo colapse, para Vatel tan solo fue el retraso del pedido de pescados.
El costo emocional de la perfección
La película hace una disección profunda sobre el deterioro emocional a partir de las dinámicas de poder. El cocinero estrella, se encuentra en una posición en donde su talento y habilidades culinarias no podrán con la carga tan abrumadora.
Foto: Trágico final de un chef devoto y entregado
Ilustra la inestabilidad emocional, debido a que las expectativas y presiones de su profesión lo llevan a una crisis. Vatel se ve enfrentado a la cruel realidad de las expectativas inalcanzables y la incapacidad de otros. Algo que no le permite continuar con este sufrimiento.
Vatel es una lección de vida, más allá de la cocina. Una muestra de que la falta de apoyo y autoexigencia desmedida, son devastadores para los límites humanos.
