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Lácteos de verdad y helados deliciosos: La Vaca de Oro

Por Paloma García Castillejos

Actualmente es mucho más sencillo abrir el refrigerador del supermercado y comprar quesos empaquetados o botes de yoghurt industriales cuyo sabor no es el mejor pero son cumplidores.

¿Qué pasaría si te dijéramos que existe un mundo mucho mejor en lácteos que llegan a la puerta de tu casa y que además son de precios muy competitivos?

La familia de Miguel Bautista siempre se ha dedicado a la industria lechera; con un rancho de 2,500 vacas, son productores importantes del país. Pero no nos quedemos en el número: todo lo que hacen derivado de esa leche  es de una calidad notable, especialmente los helados.

Lácteos en tiempos modernos: cantidad a costa de calidad 

La alimentación se ha transformado al paso de los años. No es del todo falso lo que dicen las generaciones mayores de que “antes era mejor” pues la industrialización ha condenado a los productos procesados a no ser tan nutritivos y ricos como antes.

Los lácteos han sido víctimas de este problema. Fabricarlos a un precio competitivo no deja otra salida más que descubrir nuevas formas de hacer rendir la leche y agregar aditivos que compensen en sabor y nutrientes.

Foto: Facebook La Vaca de Oro

Sin embargo, La Vaca de Oro cuenta una historia distinta de los lácteos contemporáneos. La leche que se produce  llega a la Ciudad de México en forma de quesos maravillosos, yoghurt natural, crema, mantequilla y helados.

Las vacas se alimentan con granos y follajes sembrados en la región. Para complementar, también se les dan melazas y semilla de algodón. No hay químicos, todo en el proceso es libre de aditivos.

Los helados: un homenaje al buen producto

En 2019 abrió la primera tienda que distribuye los derivados de la leche producida en el rancho. Nadie podría creer que un espacio tan reducido pudiera dar lugar a un paraíso donde el antojo manda y todo se antoja, especialmente los helados.

Miguel se encarga específicamente de esta parte del negocio. Con la mejor materia prima disponible, decidió ponerse manos a la obra y voló a Europa para aprender de uno de los mejores heladeros del mundo, el italiano Angelo Corvitto.

Con él aprendió las mejores formas de hacer el auténtico gelato italiano. Ese cuya receta ha conquistado el mundo y que, al igual que en La Vaca de Oro, se usa como punto de partida en Rocambolesc, la heladería de los legendarios chefs y hermanos Roca.

En una vitrina se encuentran sabores tan comunes como exóticos. Desde la tradicional vainilla -que aquí de tradicional no tiene nada porque se prepara con muchas vainas de verdad- hasta ideas más complejas como queso ricotta con higos.

No sólo hay de leche, también consienten a aquellos que le van más a los sorbetes.

Pararse frente a ella es volver a la infancia: elegir entre un solo sabor es una labor titánica y dan ganas de probarlos todos. Lo mejor de todo es que ¡es posible! El personal es tan atento y paciente que podrás tener pequeñas degustaciones de los que quieras para elegir el que más te guste.

La paleta de sabores no es estática aunque hay algunos consentidos que sí están disponibles todo el año. Hablemos por ejemplo del chocolate belga, del yoghurt con frutos rojos y del siempre ganador sorbete de limón.

Si buscas algo más especial, defintivamente el Chocolate Chip es una excelente opción. Entre una base de crema que es maravillosa por sí misma se esconden pequeños trozos de galleta, pinceladas de caramelo butterscotch y trocitos de chocolate amargo.

También hay sabores más profundos como el masala chai, que integra lo mejor del mundo de las especias asiáticas en una bola sobre un cono, vasito o canasta.

Otras joyas de La Vaca de Oro

Cualquiera que, como nosotros, cree que el queso debería ser parte de la canasta básica y encuentra lugar en cualquier platillo, debería darse la oportunidad de probar los de La Vaca de Oro.

Los hay frescos: el quesillo estilo Oaxaca y panela. También hay un tipo Gouda y un Port Salut que queda tan bien entre tortillas o en un sándwich que no se puede creer.

El yoghurt lo elaboran de la forma tradicional: búlgaros que se alimentan de las azúcares de la leche, fermentan y dan como resultado un producto cremoso y lleno de sabor.

Mantequilla -buena para la repostería y también para untar en tu pan tostado de la mañana-, nata para preparar un panqué; cajeta que endulce tus días ¿qué otra cosa se te antoja?

Pídelo a domicilio

La Vaca de Oro es una demostración de que los buenos lácteos siempre están al alcance. Con entregas a domicilio a casi toda la Ciudad de México, es una maravillosa idea comprar algo y reconectar con esas texturas cremosas y notas características de nuestros ingredientes favoritos.

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