La ciudad de México tiene rincones que guardan años e historias, las heladerÃas no son excepción. Las seis historias que te contaremos a continuación, comenzaron con enorme esfuerzo y una gran pasión por hacer helados. A pesar de la ola de nuevos lugares, estas heladerÃas con historia permanecen y quedarán en nuestros corazones por siempre.Â
Tocumbo, Michoacán, es la cuna de esta franquicia que con sus colores caracterÃsticos -rosa y blanco- podemos ver en varias colonias de la ciudad de México.
Según mexico.com, el historiador de origen moreliano Arturo Herrera plantea que el origen de esta tradición se remonta a los años 30, cuando Rafael Malfavón elaboraba nieves y paletas y las vendÃa en pueblos vecinos. Doce años después, Rafael abrió su primera paleterÃa.
El camino que tomó La Michoacana para lograr expandirse y llegar a la ciudad de México no está muy definido. Fue hasta 1990 que Alejandro Andrade puso en regla la marca oficial para poder vender las franquicias.
Hoy, La Michoacana tiene franquicias en todo el paÃs, Centroamérica y Estados Unidos, y tiene competencia con nombres muy parecidos como La Flor de Michoacán o La Nueva Michoacana. Además de nieves y paletas, La Michoacana también vende aguas frescas y postres.
Una neverÃa dentro de un cine en Guadalajara fue el experimento que precedió a la sucursal de la colonia Condesa en la ciudad de México.
Cuando el cine donde se ubicaba cerró se mudaron a la ciudad de México y aquà comenzó la aventura en la esquina de Mazatlán y Fernando Montes de Oca.
La inspiración para este negocio surgió de don Carlos Gallardo, quien siempre recordaba una nieve de limón blanca (no verde) que comÃa de niño en Jalisco.
La neverÃa Roxy abrió su primera sucursal en 1946 en la colonia Condesa. Al principio solo funcionaba como fuente de sodas y don Carlos despachaba a los clientes, mientras que doña MarÃa Luisa Rubio, su esposa, era quien preparaba las nieves, los helados y las mermeladas.
En las paredes de esta heladerÃa con historia aún cuelga el retrato de los fundadores y recortes de periódicos.
Prueba los helados de mamey, plátano o macademia, el Roxy Especial o la nieve de mandarina cuando es temporada, ¡es favorita de favoritas!
Aunque llegó a la CDMX en los años 40, esta heladerÃa ha sabido adaptarse a públicos más jóvenes y hoy tiene sucursales en 10 puntos de la ciudad, desde Santa Fe hasta el Centro Histórico.
Dirección: Fernando Montes de Oca 89 esq. Mazatlán, Condesa.
Si de heladerÃas con historia hablamos no podemos dejar de lado este clásico de la San Rafael. Todo comenzó en 1921 -¡sÃ, hace casi 100 años!- con un carrito callejero y tres sabores de helado. Ahora cuentan con más de 20 en su menú.
Don Domingo Lozada aprendió a hacer helados con una pareja de italianos aquà en México, pero cuando regresaron a su paÃs, Domingo decidió mexicanizar su aprendizaje e iniciar su propio negocio.
Asà comenzó con un carrito de helados que 8 años más tarde ya era un puesto de madera. En 1942, Domingo pudo comprar el local en el que ahora se encuentra la heladerÃa, ubicado en la intersección de la calle ParÃs, Ramón Guzmán y Artes, aunque ninguna de esas calles se sigue llamando asÃ.
Cuatro generaciones han preservado la tradición de esta heladerÃa.
Uno de los sabores favoritos del lugar es el de vainilla, pero no dudes en probar alguno de los sabores poco convencionales como el de tabaco, mazapán con palanqueta y yerba mate.
Dirección: Insurgentes 117 esq. Antonio Caso, San Rafael.
La historia de esta heladerÃa nos lleva a 1957 cuando se estableció en la colonia Nápoles, a pesar de que la marca fue registrada desde 1939.
Pietro Chiandoni fue un italiano que llegó a México a los 14 años y se dedicó al boxeo y a la lucha libre. Era aficionado al deporte y lo conocÃan como “El Señor de las Nieves” por su oficio.
Al morir, Pietro heredó la heladerÃa a Carmen Montaño y Luis Antonio Juárez. Carmen era la mano derecha de Pietro, llegó a trabajar a la heladerÃa y con el tiempo se hizo indispensable. Ella preparaba la comida, iba por las compras y estaba al pendiente del negocio.
Las recetas para preparar los helados de Chiandoni siguen siendo las mismas desde aquellos años. Cuando los visites no te pierdas el helado de vainilla y el hudge fudge sundae.
Dirección: Pensilvanya 255, Nápoles.
Ubicada en la bella Tacubaya, la heladerÃa Mi Juanita es una patrimonio culinario de la zona. HeladerÃa fundada en 1926, que ofrece helados artesanales de gran calidad. Disfruta de sabores tradicionales como mamey, cognac, fresa y mezcal. Aunque también tienen una amplia selección de helados y nieves un tanto diferentes como: chicharrón, aguacate o camarón.Â
Mi Juanita aún hace sus deliciosos helados con el método antiguo. Madera, hielo y sal son los principales ingredientes para hacer unos de los mejores helados artesanales de la ciudad. Un espacio lleno de tradición que persiste a pesar del incesante cambio.
Dirección: Héroes de 1810 #20, Tacubaya, Miguel Hidalgo.Â
Una neverÃa de 1930 con fuerte presencia en Coyoacán. Los Helados Siberia es un negocio familiar que aún persiste a pesar de los años y las múltiples propuestas por la zona. Aquà podrás encontrar los clásicos sabores y la especialidad de la casa, el banana split.Â
Dirección: Miguel Hidalgo #6, San Lucas, Coyoacán.Â