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Ocho frutas exóticas que no conocías y puedes encontrar en México

Por Animal Gourmet

La biodiversidad en nuestro país es un completo oasis; no es para menos, el territorio tiene toda clase de climas y en los ecosistemas se desarrollan flora y fauna privilegiada. Es por eso que encontrar algunas frutas exóticas no es nada raro cuando vamos al mercado.

Casi cualquier semilla que siembres tendrá la posibilidad de crecer y desarrollarse (bueno, tal vez exageramos un poco).

Lo cierto es que aunque hay plantas y frutas que no son nativas de México se adaptan muy bien gracias al clima y al suelo. Además, si las encuentras en temporada seguramente no serán nada caras y estarán deliciosas.

¡Bienvenido al mundo de los sabores de las frutas raras! Estamos seguros que las vas a disfrutar tanto como nosotros.

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Mangostán

Su nombre científico -garcinina mangostana- hace referencia al sacerdote a quien se le atribuye su descubrimiento y estudio, Laurentiers Garcín. Tiene su origen en Asia, en algunas islas de Indonesia.

Es necesario que se coseche maduro ya que cuando se separa del árbol se detiene por completo su maduración.

Del mangostán se come la parte interna que es blanca y tiene un sabor dulce y azucarado. Su temporada de cosecha se da entre mayo y agosto, es una de las frutas exóticas más nutritivas.

En diversos estudios se han descubierto numerosas propiedades por sus compuestos, principalmente xantonas y flavonoides. Entre sus beneficios están prevenir enfermedades cardiacas, reducir hipertensión, mejorar la función urinaria y eliminar el mal aliento.

En México hay dos municipios que lo siembran y están en Chiapas, Tapachula y Tuxtla Chico. Producen poco, alrededor de 32 toneladas anuales.

El mangostán se encuentra entre las frutas exóticas que podemos encontrar en México.
El mangostán es una de las frutas exóticas que podemos encontrar en México. // Foto: Especial.

Pitahaya

También se conoce como la fruta del dragón y no debemos confundirla con la pitaya porque son distintas.

La pitahaya tiene su origen en América pero es llevada a Asia y ahí se le da el nombre de fruta de dragón. El motivo es que la planta se entrelaza en los árboles al igual que este importante animal mitológico de la cultura china.

Es una fruta sumamente dulce que en México comemos con limón y chile, en aguas frescas y hasta solita. La pulpa puede ser blanca y tendrá un sabor más a fruta; cuando es morada recuerda un poco al sabor del betabel.

Su aspecto parece escamoso y es de color rosa. En México podemos encontrar pitahaya en Yucatán, Quintana Roo y Puebla, siendo el primero su principal productor con un 68%.

Entre sus nutrientes destaca el complejo B, la vitamina C y minerales como hierro y potasio.

Pitahaya es una de las frutas exóticas.
Pitahaya o fruta del dragón. // Foto: Especial.

Carambola

La podemos encontrar en el mercado como fruta de estrella por su forma con cinco puntas y aunque a veces la cáscara sea verde el color ideal al comprarla debe ser amarilla o anaranjada.

El sabor es una increíble combinación entre ácidos y dulces. La puedes utilizar en postres, como guarnición para ensaladas o también como antojo de media mañana con limón y chile.

La carambola se puede encontrar en climas templados, su origen es Indonesia y Malasia pero también se puede ver en Brasil, Venezuela, Costa Rica y República Dominicana.

En México el mayor productor es el municipio de Yautepec en Morelos aunque también se produce en Michoacán, Morelos, Jalisco, Colima Tabasco, Nayarit y Yucatán.

Entre sus beneficios nutritivos están la vitamina A, C y una baja cantidad de carbohidratos y potasio.

La carambola o fruta estrella es una de las frutas exóticas de México.
Carambola o fruta estrella como parte de las frutas exóticas que se encuentran en México. // Foto: Especial.

Rambután

El rambután también es conocido como nefelio y tiene su origen en Malasia. En el mundo también se puede encontrar en Australia, India, Tailandia, Indonesia, Costa Rica y Ecuador.

Tiene un sabor dulce con aromas perfumados. La mejor manera de comerlos es solito, aunque también queda espectacular en cocteles y postres. Consérvalas a temperatura ambiente dentro de una bolsa con poca entrada de aire.

Su llegada al país fue por los años 60 y se cultivó experimentalmente en un patio del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas en Tuxtla Chico, Chiapas que continúa como el mayor productor a nivel nacional.

Los mexicanos nos enamoramos de ella en los años 90 y lo puedes encontrar en mercados y puestos callejeros cuando es temporada.

Se puede considerar una fruta rica en carbohidratos y una importante fuente de vitamina C. También tiene complejo B, potasio y magnesio.

Rambután o litchi peluda es una de las frutas exóticas.
Rambután o litchi peluda. // Foto: Especial.

Litchi

En algunos lugares se puede leer como lichi y tiene su origen en China. Es prima del rambután, su especie se llama Sapindácea y tiene más de mil variedades. Se puede encontrar en bastantes países en distintos continentes como Asia, África y América.

Su entrada a México tiene una historia muy particular que nos remonta a finales del siglo XIX cuando migrantes chinos llegaron a Sinaloa y la cultivaron.

Es de sabor dulce y aromas florales. Cuando las pruebes te darás cuenta de que es muy delicado pero permanece en tu boca durante mucho tiempo. Nos encanta hacer cocteles con ella y preparar postres.

La producción más grande de litchi en el país está en Veracruz, Puebla, Oaxaca y San Luis Potosí. Su mejor temporada es en los meses de mayo a julio.

Actualmente se exporta litchi mexicana a Estados Unidos, Reino Unido y Francia. 

Entre sus propiedades se encuentra un bajo aporte calórico ya que a pesar de ser alto en carbohidratos tiene una mínima cantidad de grasa y proteínas. Tiene un gran contenido de vitamina C, complejo B y potasio.

La litchi es una de las frutas exóticas que se encuentran en México.
Litchi. // Foto: Especial.

Maracuyá

El maracuyá es una fruta muy fresca originaria de Brasil también conocida como fruta de la pasión. En el mundo se encuentra principalmente en centro y Sudamérica.

Por raro que parezca, el maracuyá es primo de la granada china y ambos son los frutos de la passiflora. Incluso, se le conoce con este nombre en estados como Colima.

En México se puede encontrar principalmente en Puebla, Tabasco, Veracruz y Guerrero. Es de las pocas frutas exóticas que están disponible casi en todos los meses del año.

Por su peculiar sabor ácido y dulce tiene muchos usos gastronómicos. Nos encanta en agua, mermeladas y postres. Va muy bien cuando se combina con mango pues se equilibran ambas frutas.

Entre sus propiedades nutricionales podemos encontrar una importante cantidad de vitamina A, C, potasio, fósforo y magnesio.

Maracuyá como parte de las frutas exóticas.
El interior del maracuyá es amarillo a diferencia de la granadilla. // Foto: Especial.

Granada china 

También conocida como granadilla, pertenece a la misma familia del maracuyá, ambos frutos de la passiflora. A pesar de que es originaria de Brasil se encuentra en los países con clima tropical como Kenia, Hawai y por supuesto México.

Esta variedad de fruta es más bien dulce con algunos toques de acidez no muy marcados.

Tiene una cáscara amarilla o anaranjada y por dentro es muy parecida al maracuyá; la diferencia es que la pulpa es casi traslúcida y el sabor mucho más azucarado.

En México los principales productores son Chiapas y Oaxaca. La cosecha se da en los meses de primavera, es decir, desde mediados de marzo hasta junio.

Entre sus propiedades nutricionales está la vitamina A, C, potasio, fósforo y magnesio.

Granada china o granadilla una de las frutas exóticas.
Granada china o granadilla. // Foto: Especial.

Yaca

La yaca llegó a México desde Indonesia y es la fruta más grande del mundo, puede llegar a pesar hasta 35 kilos. Se produce principalmente en Nayarit y en poca cantidad en Veracruz; se exporta la mayor cantidad a Estados Unidos seguido de Canadá y Reino Unido.

A diferencia de muchas frutas, la yaca es amarilla cuando no está madura y cambia ligeramente a verde cuando es momento de comerla.

Al interior se encuentra el fruto que es amarillo y dulce, su sabor ha sido comparado con el plátano, piña, mango, naranja, melón, papaya y una mezcla de todas las anteriores.

Despide un olor poco agradable cuando se comienza a pasar de maduración. En cuanto se abre el aroma cambia a dulce, igual que su sabor.

Para comerla es necesario abrirla de preferencia a lo largo y colocar aceite en la manos y cuchillo porque el corazón de esta fruta desprende un tipo de goma pegajosa que no se come.

Aunque se produce todo el año sus mejores meses son de febrero a julio. Las propiedades nutricionales de la yaca son similares a la de la papa, un alto contenido de carbohidratos, almidón y proteína, también fósforo y calcio.

La yaca es una de las frutas exóticas.
La yaca es el fruto más grande del mundo. // Foto: Especial.