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#SafePlaces: restaurantes para que las mujeres se refugien si sienten riesgo en la calle

Por Paloma García Castillejos

Si eres mujer sabes que caminar por la noche en una calle sola es un peligro potencial no solo por los atracos, sino por la violencia sexual de la que somos víctimas al menos -y nos atrevemos a decir: siempre- una vez en la vida.

Un día caminando del gimnasio hacia su casa, Jazmín Martínez –miembro de Food Police– hizo conciencia de lo mal iluminada que estaba la calle por la que iba, comenzó a pensar qué hacer en caso de una situación amenazante y no vio muchas alternativas que pudieran sacarla de apuros.

Así nació el movimiento #SafePlaces, el cual busca promover que las mujeres puedan resguardarse en un establecimiento como restaurantes, tiendas o galerías si se sienten en riesgo.

El acoso y abuso sexual contra las mujeres es una realidad en la ciudad de México y el mundo, por lo que iniciativas como estas son aportaciones pequeñas pero significativas para hacernos sentir más seguras en entornos que nunca, nunca, están de nuestro lado.

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Hacer comunidad y cuidarnos entre todas y todos, eso es #SafePlaces

Jazmín Martínez es consultora gastronómica e influencer que encabeza la cuenta de Instagram y blog FoodPoliceMX. Ella y su equipo se han dedicado a explorar, comer, recomendar y caminar por las calles buscando los mejores sabores de la ciudad de México.

Gracias a que desde 2011 se ha hecho de amigos restauranteros y gastrónomos por trabajar a la par, Jazmín decidió apoyarse de sus contactos para hacer realidad #SafePlaces.

El primero en cooperar fue Roberto de la Parra, chef de Soul La Roma.

“Hay que hacer lo que puedas con lo que tengas”

Jazmín Martínez

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La propuesta de #SafePlaces necesita empatía y ganas de hacer comunidad para materializarse, dice Jazmín.

¿Cómo funciona? Cualquier establecimiento que quiera unirse a #SafePlaces puede registrarse en una lista. 

Los establecimientos -desde restaurantes, tiendas, galerías, etcétera- registrados serán lugares donde las mujeres podremos resguardarnos si en algún momento nos sentimos en situaciones de vulnerabilidad.

El compromiso de los restaurantes y dependientes es dejar pasar a las mujeres, darles una mesa y permitirles quedarse hasta que el peligro haya pasado y se sientan seguras.

La diferencia que hace que una mujer platique sus experiencias de acoso o abuso sexual es si alguien externo intervino en el conflicto. Esos testimonios hacen la diferencia para combatir el problema.

Jazmín Martínez.

Por medio de #SafePlaces se intenta hacer comunidad y lograr empatía entre las personas, hombres y mujeres. Este movimiento, explica Jazmín, se gestó como un proyecto que promueve a una sociedad activaen lugar de ser indolentes.

Al día de hoy -a menos de una semana de emprendido el proyecto- hay 147 establecimientos -principalmente de alimentos y bebidas- que tienen las puertas abiertas para recibir a mujeres en riesgo.

Galerías de arte, salones de belleza, agencias de coches y tiendas de bicicletas también se han sumado a la iniciativa.

Las colonias con más #SafePlaces registrados son la Condesa y la Roma, aunque la zona cercana al metro Chilpancingo y Barranca del Muerto también son focos rojos por el flujo de personas, transportes y la escasa iluminación en las noches.

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¿Qué sigue?

Jazmín explica que la iniciativa “está en pañales” en proporción a todo lo que se tiene pensado para #SafePlaces.

El siguiente paso es elaborar un protocolo de atención para que un establecimiento sepa qué hacer cuando recibe a una mujer en situación de riesgo.

Después se deberá elaborar un formulario de afiliación más sencillo y práctico. 

Actualmente, cualquier comercio que quiera pertenecer a #SafePlaces debe escribir a la cuenta de Instagram de Food Police, pero la intención es sistematizar este proceso.

Otro paso importante será la creación de un distintivo. Así podremos reconocer un #SafePlace en nuestro andar por la calle. Jazmín explica que se está pensando en una estampa o algo visible en la entrada de los establecimientos.

Conforme se vaya desarrollando y materializando la idea puede ser un proyecto que también proteja a niños, ancianos y cualquier persona en situación de vulnerabilidad en las calles de la ciudad de México, dice Jazmín Martínez.

De la misma manera que se buscan establecimientos que protejan a las mujeres, #SafePlaces tiene la intención de crear una comunidad colaborativa y toda la ayuda y los esfuerzos son bien recibidos para hacer crecer este proyecto.

Si te interesa echar la mano y ser parte, el medio de contacto también es por Instagram.

Mira la lista de #SafePlaces.